EVOLUCIONAR DESDE LA CRISÁLIDA COVID

 

 

Mi nombre es Vega, fundadora de Mariposa Pititico. 🦋

 

Soy persona de contacto directo, de distancias cortas y de hablar mirando a los ojos, así que nunca me ha atraído mucho el mundo virtual, que llevaba demasiado tiempo siendo una de mis tareas pendientes.

 

Soy también persona de buscar un punto de luz en la oscuridad de los malos momentos al que agarrarme para atravesarlos.

 

El año 2020 empezaba para Mariposa Pititico con esperanza, retomando el vuelo tras un fallo temporal de motor que me había obligado a reducir la marcha durante la segunda mitad del 2019.

 

Lejos de mi imaginación estaba el frenazo que se avecinaba en marzo y que tendría un carácter absolutamente global.

 

Con el decreto del estado de alarma la tienda-taller en Logroño cerró, como tantos otros negocios de todo tipo, y continué trabajando desde casa en los pedidos pendientes, sobrecogida ante los datos de avance de la pandemia y con muchas emociones contradictorias a flor de piel.

Era difícil hacerse a la idea entonces de la magnitud de las consecuencias de lo que estaba ocurriendo. El silencio y la quietud me invitaban a la reflexión y amplificaban las emociones que hacían eco tanto dentro como fuera de mí.

 

Sentí el impulso de colaborar de algún modo y realicé un tutorial para ayudar a quien quisiera coser su mascarilla desde casa. Desde el confinamiento había que tirar con lo que había por casa, pero con un poco de imaginación podía hacerse. Era mi primer tutorial y lo hice acompañada por el surrealismo del momento. Luego lo difundí de forma muy rudimentaria como buena novata digital. Fue una aportación más al aluvión de ideas compartidas durante esos días.

 

Desde entonces la palabra "fases" ha adquirido un nuevo significado para todos y el tiempo parece haberse estirado como un chicle. Una nueva realidad se nos ha impuesto y hemos pasado bruscamente de la zona de confort a una gran incertidumbre. Parece mentira que haya ocurrido tanto en tan poco tiempo.

 

Veo esta situación desde mi identificación con la mariposa y siento que llevo meses en estado de crisálida, transformándome personal y profesionalmente desde el encierro en mi casa primero y desde la adaptación gradual a la “nueva realidad” después, una realidad que a mis ojos tiene muy poco de normalidad.

 

Tras el confinamiento no podía volver a abrir la puerta de la tienda sin más, algo tenía que cambiar… y lo cambié: ni un mueble quedó en su lugar, y con ello el local parece ahora más grande, más luminoso, más acogedor. Fue uno de los efectos de mi transformación, el primero en materializarse.

Me resulta muy curioso observar cómo muchos establecimientos han cambiado su imagen en mayor o menor medida, y saber que también en muchos hogares ha habido cambios similares.

Me infunde optimismo ver esas otras crisálidas a mi alrededor actuando ante la adversidad.

 

Otro efecto de transformación ha sido para mí la irrupción de las mascarillas en mi actividad. La demanda creciente me convenció para incluirlas en mi oferta, no sin ciertos reparos por la seriedad de la cuestión sanitaria y la falta de pautas oficiales claras acerca de las mascarillas de tela.

 

El tercer efecto sobre mi actividad es el impluso de transformación digital que estoy imprimiendo a Mariposa Pititico.

Paradójicamente, estoy encontrando en lo digital un acercamiento en el que no confiaba. Las videollamadas durante muchas semanas me han ayudado a perder el miedo a la “cercanía en la distancia”, a mirar a través de mis palabras a los ojos de quien lea este texto.

Estoy en pañales, pero todo es empezar...

 

A pesar de que el tiempo no discurre en vano, me sigo sintiendo en estado crisálida ya que la adaptación a la situación sigue activa tanto en el ámbito personal como en el profesional. Todo volverá en algún momento a resultarnos “normal”, aunque estoy segura de que igual ya no será, porque las situaciones extremas generan movimientos imposibles de retornar al punto inicial.

 

En mi búsqueda de ese punto de luz del que hablaba al principio, quién me hubiera dicho que encontraría esa luz en las pantallas.

 

¿Cuál está siendo tu punto de apoyo para seguir adelante?

 

¿Nos lo cuentas?

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